Carta a los migrantes hondureños
Hermanos hondureños, ustedes son nuestros hermanos centroamericanos. Tenemos similitudes y diferencias, pero somos humanos de carne y hueso y nos duele el calvario que están pasando.
Ver los videos y fotos de la caravana de más de nueve mil personas es impactante, especialmente ver a mujeres y niños, entre ustedes, como Noel, de 11 años, con parálisis cerebral, quien con muletas se mueve en medio de la multitud.
Llegar a Estados Unidos es casi un imposible, porque la fuerza pública de mi país los está frenando con palos y gas lacrimógeno, pero falta todo el territorio mexicano, si es que avanzan y luego, la ruda frontera con EE. UU. El camino no es fácil, se mira tortuoso y tenebroso.
Ustedes fueron empujados a cruzar su frontera por la pobreza, no tienen nada, más que su vida, por ello llevan todo con ustedes, sus dolores, cicatrices y anhelos.
Hermanos hondureños, les pido que se regresen, salven lo único que tienen: su vida.
Esto que está pasando es culpa de los gobiernos corruptos que con sus latrocinios se han robado las oportunidades de trabajo, de salud y educación, es decir, han destruido una vida digna de los habitantes centroamericanos.
Es cierto que la pandemia y los huracanes agravaron la pobreza y las necesidades, pero estos son problemas enraizados y que ahora salen a flote.
Ahora mismo el presidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien lleva en el poder siete años, debería accionar y buscar una pronta solución con sus homólogos Alejandro Giammattei y Andrés Manuel López Obrador, de México.
Esta situación actual más que migratoria, política o social, es un tema humanitario. Les pido hermanos hondureños que no se enfrenten a la fuerza de la Policía y el Ejército de Guatemala, y por favor, no delincan. Hay manos caritativas y solidarias que les quieren dan alimentos mientras avanzan unos y la mayoría tendrá que regresar a su país.
Los gobiernos deben ver esto como una consecuencia de sus actos y salvar lo que está en sus manos para que la historia venidera no muestra cosas peores.
Por supuesto que hay más factores, pero el mencionado -corrupción sistemática- es el principal y el que debe tener una solución si no queremos ver estallidos sociales en los próximos tiempos.
¡Hermanos hondureños ojalá puedan clamar a Dios!