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Los otros damnificados que dejó Eta e Iota

El paso de las depresiones tropicales Eta e Iota por el territorio nacional dejó una estela de daños, muerte, desolación y dolor en miles de familias guatemaltecas.

Sin embargo, los efectos de estos fenómenos climáticos también alcanzaron a una gran cantidad de perros de todas las edades que están agonizando lentamente en la aldea Santa Marta Salinas del municipio de Cobán, Alta Verapaz; una comunidad que fue abandonada por sus habitantes luego de ser alcanzada por un ramal que formó el río Chixoy durante el paso de las depresiones.

 

Esta comunidad estaba conformada por 77 familias, sin embargo, la mitad de las viviendas fue arrastrada por las fuertes correntadas de un primer ramal del Chixoy y el resto de las casas quedaron destruidas, hundidas en la tierra, suspendidas a orillas de zanjones o anegadas por el lodo en una isla que no existía anteriormente, relató Pablo Yat Coy, afectado.

Los perros, cuyos amos perdieron sus viviendas, deambulan débilmente por las calles agrietadas, mientras que grupo está concentrado a orillas del río Chixoy en una especie de vigilia permanente esperando que baje el caudal o que sus dueños regresen.
Elvin Coc Xi, poblador, comentó que la mayoría de estos perros ha enflaquecido, está perdiendo el sentido de la vista y sufre inflamaciones en el estómago, mientras que otros tratan de sobrevivir alimentándose de lo que escarban entre el lodo y los matorrales.


Una de las escenas impactantes en la comunidad es observar a muchos canes que permanecen entre las ruinas de las viviendas de sus amos; custodiando algún pedazo de mueble o alguna pertenencia que no fue arrastrada por la inundación. Entre ellos, se encuentra un perro que se acomodó en un canasto lleno de maíz, lugar que usa para dormir.

Mauricio Coc Xi, damnificado, explicó que durante la noche los perros se juntan para aullar durante largas horas.

Para llegar en los escombros de la comunidad de Santa Marta Salinas hay que caminar por más de un kilómetro; la ruta es complicada ya que aún permanece inundada y el agua llega a la cintura. Además, hay áreas donde se han formado cascadas y correntadas.

*Con información e imágenes de Santiago Botón