Magie de Cano

La claridad está llegando

Entonces le puso de nuevo las manos sobre los ojos, y el ciego fue curado; recobró la vista y comenzó a ver todo con claridad. Marcos 8:25

En Marcos 8, después de llevar al hombre ciego a un lugar apartado, Jesús puso saliva en sus ojos y le preguntó: “¿Ves algo?” El hombre levantó la vista y dijo: “Veo a la gente, pero parecen árboles que caminan.” El primer toque fue para una sanidad parcial. El hombre podía ver, pero no con claridad. Jesús ya sabía la respuesta, pero estaba invitando al ciego a un proceso de sanidad relacional, basado en la honestidad.

Dios no está buscando un desempeño perfecto en tu proceso de sanidad; lo que Él busca es tu participación sincera. Está bien decirle a Jesús que todavía todo se siente borroso. A Él le agrada tu honestidad. Se deleita en esa conversación. Ama cuando le hablas abiertamente, incluso en medio del desorden. Yo misma he pasado por largas temporadas en las que le decía al Señor, día tras día: “¡No entiendo nada de esto!” Se sentía confuso y atemorizante. A veces no tenía palabras, solo lágrimas. Espiritualmente me sentía ciega e insegura. Pero Dios nunca me rechazó. Jesús nunca me condenó por ser honesta. Al contrario, Él se acercó más. Siempre recibe con amor a un corazón que viene a Él en verdad.

De regreso a la historia bíblica, Jesús volvió a tocar los ojos del ciego. Esta vez, su vista fue restaurada por completo y pudo ver todo con claridad. Incluso el hecho de usar saliva en este milagro tenía un propósito. En esa cultura, la saliva era considerada un elemento con propiedades curativas. Pero lo más importante es que Jesús usó algo común y accesible para soltar lo milagroso.

No subestimes las herramientas que Dios está usando en tu vida solo porque parecen ordinarias, extrañas o inesperadas. Si en esta temporada te has sentido un poco desconectado o desorientado, anímate. Tal como aquel hombre ciego en la Biblia, a veces solo logramos ver los árboles y todo lo demás se ve borroso. Las personas y el propósito pueden sentirse confusos en este lugar, pero Jesús sigue presente. El hombre ciego solo necesitó un segundo toque, y su sanidad llegó en etapas. Dios aún no ha terminado contigo. La claridad viene en camino.

ESTAS PARADO EN EL UMBRAL

Un umbral es la parte de madera, piedra o metal que está en la base de una puerta; marca la entrada a un nuevo espacio. Al cruzar un umbral, literalmente pasas de un lugar a otro. Espiritualmente, representa movimiento, cambio y entrar en un nuevo territorio. Este es el lugar donde Dios quita el peso de lo viejo antes de revelarte la plenitud de lo nuevo. En este proceso, puedes sentirte escondido, detenido o emocionalmente cansado. Pero entiende esto: no es un castigo, es una preparación.

Esto es lo que creo que el Señor está haciendo en esta temporada de umbral: Jesús te toma suavemente de la mano. Te guía con un toque personal de su amor. Quizás no entiendes el camino por donde te lleva, pero no caminas solo. Confía en que Él te está guiando exactamente al lugar donde recibirás sanidad. Jesús te aparta de lo que ya no encaja contigo. Eso incluye ambientes, pensamientos e incluso relaciones. No te aferres a lo que ya cumplió su ciclo. Crecer a veces significa incluso soltar personas buenas. Cuando Dios separa, es porque quiere abrir espacio para lo que se alinea con tu próxima asignación.

Dios te sana en capas. No entrarás a la nueva temporada herido ni confundido. Él te está ayudando a ser honesto contigo mismo sobre dónde estás realmente. Pregúntate: ¿qué veo ahora? ¿Puedo discernir con claridad el siguiente paso o todavía lo siento borroso? La honestidad abre espacio para otro toque de Jesús. Dios te da una nueva identidad. Nadie podrá quitártela. La claridad que Jesús trae no es frágil ni pasajera; es firme y segura, alineada a su propósito en tu vida. El enemigo quizás usó personas de tu pasado para hacerte sentir avergonzado, rechazado o indigno. Pero esas palabras ya no tienen poder sobre ti. Estás entrando en tu verdadera identidad y esta vez caminarás con la cabeza en alto, con valentía y confianza.

La nueva visión que Dios está soltando en tu vida será transformadora. Muchos en el Reino de Dios serán impactados porque verán el amor de Cristo brillar en tu corazón. Cuídala con todo tu ser. El segundo toque está cerca. Y cuando llegue, lo verás todo con claridad. Dios te ama. Él no se ha olvidado de ti. No llegaste tarde; vas justo a tiempo.

Tu Padre celestial está trabajando en lo secreto de maneras que todavía no puedes ver. Jesús tiene planes hermosos para tu vida, y pronto entenderás por qué tu camino ha sido más difícil que el de otros. Cada lucha ha estado preparando el escenario para que Dios derrame su amor en formas que jamás imaginaste. No te rindas. Lo mejor aún está por venir. (Una palabra de Tamara Jollie)

Filipenses 1:6 Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano