Nacimientos

¿Cómo iniciaron los nacimientos y cómo llegaron a Guatemala?

Observar un nacimiento guatemalteco abre las puertas de la imaginación, pero no solo de la mente, sino del alma: un cúmulo de sentimientos puede ocurrir al ver la escena donde nació Jesús o la tranquilidad de un pueblo campesino allá por la montaña, escenificando la “Noche de Paz”.

Érase la Nochebuena de 1223 en la ermita de Greccio, Italia, cuando San Francisco de Asís, fundador de la orden franciscana, recreó el pesebre y la escena donde nació Jesús. Aunque no fue con figuras de barro y yeso, como en la actualidad, sino con personas y animales de la región de Lazio y con el permiso del papa Honorio III.

Para elaborar estas escenas, San Francisco de Asís se basó en los relatos de los evangelios de Mateo y Lucas, donde se describe el nacimiento de Jesucristo en el pesebre de Belén. Sin embargo, el apogeo de los nacimientos navideños inició en el siglo XVII con la llegada del rey Carlos III de España, quien popularizó estas escenificaciones bíblicas, pero con figuras de porcelana.

Los nacimientos en Guatemala

Historiadores describen que, cuando México adoptó la tradición de los nacimientos europeos, Guatemala, al ser parte del arzobispado de ese país, también lo hizo. Aunque fue San Pedro de Betancourt quien llevó las tradiciones navideñas de las iglesias a los hogares, principalmente la elaboración de los pesebres.

Con el tiempo los nacimientos se han convertido propios de los guatemaltecos.

En el país, además de representar la escena del nacimiento de Jesucristo, también se recrean pueblos de la campiña guatemalteca, con figuras de mujeres vendiendo en un mercado, hombres cargando herramientas del campo, pinos y carneros.

El apogeo en Guatemala ocurrió en el siglo XX, sobre todo en casas particulares que resguardaban características de los tiempos pasados, pero con el tiempo la tradición se adoptó en los barrios más populares y antiguos de la ciudad, que cobraron fama por la elaboración de nacimientos.