Magie de Cano

Estás siendo redefinido y renacido

Pues han nacido de nuevo pero no a una vida que pronto se acabará. Su nueva vida durará para siempre porque proviene de la eterna y viviente palabra de Dios. 1 Pedro 1:23

Hola, pueblo poderoso de Dios, Siento un fuerte mover en mi espíritu de que lo que estamos viviendo, individual y corporativamente en el Cuerpo de Cristo, es un bautismo a una nueva vida. Es un bautismo hacia la plenitud de todo lo que la obra consumada de la cruz vino a entregarnos. Sé que muchos han sido sacudidos esta semana. Sé que el Señor está inquietando, rompiendo la apatía, la complacencia y el temor al hombre. Pero también hay un elemento de reconocer que este momento, este capítulo que ha comenzado en el Cuerpo de Cristo en la tierra, ha sido dado a luz a través del dolor. Los dolores de parto nos han conducido hasta este preciso momento.

Se siente como que todo lo que conocíamos ya no podemos volver a ello. Es un umbral que hemos cruzado. El Señor ha usado las dificultades de este tiempo, y aun las anteriores de 2025, para definirnos y redefinirnos, tanto como Iglesia como en lo individual. La guerra y las batallas que has enfrentado te han estado definiendo y forjando, y tú lo sabes. Por eso la batalla ha sido tan intensa, especialmente en los últimos seis meses hasta el último año y medio. La batalla solo se ha intensificado. Ha habido un intento de asesinato contra tu vida, tu llamado y tu destino. La batalla en tu puerta no solo ha sido para silenciarte. Los días en que el enemigo solo intentaba callarte han terminado. Ahora quiere destruirte por lo que viene y por lo que estás a punto de entrar.

El enemigo ve lo que Dios está derramando sobre ti en esta temporada. ¿Por qué crees que se ha levantado más contra ti? ¿Por qué crees que te ha rodeado por todos lados? ¿Por qué crees que ha intentado hacerte dudar de todas las promesas que Dios ha hablado sobre tu vida? ¿Por qué tanto robo se ha levantado en tu contra de manera tan intensa? Es para que sueltes tu estafeta en un momento. Pero Dios dice: “Necesito que corras. Hijo, hija, necesito que corras. Tengo mucho más para ti.”

Y hoy quiero recordarte esto. Quiero recordarte lo que Dios ha hablado sobre ti. Quiero recordarte el llamado ardiente que Él puso en tu vida hace tiempo, ese mismo que el enemigo ha intentado robarte. Ha tratado de seducirte para que lo vendas por sopa y pan mohoso. Pero no ha funcionado. Ha sido tentador en momentos donde todo parecía demasiado y el costo del llamado tan real. Pero estás aquí, y estás de pie. Ahora es tiempo de reenfocarte en medio de tanto ruido y caos, en medio del sacudimiento. Este es un momento donde puedes perderte en el torbellino, en las olas, en el miedo y lo desconocido, o puedes mirar hacia arriba. El Señor dice: “Mírame, hijo. Mírame, hija. Ahora entra en esta plenitud.”

Veo las aguas ahora mismo. Veo las aguas del Jordán, suaves pero fluyendo. Y lo escucho diciendo sobre ti y sobre el Cuerpo de Cristo: “Hay un bautismo fresco en el que han entrado. Este es un bautismo fresco de Mi Espíritu Santo y fuego. Este es un bautismo fresco de la plenitud del Espíritu de Dios sobre tu vida. Este es un momento de doble porción, dice el Señor. Estoy rompiendo las cadenas del pasado. No saldrás igual de este lugar, dice el Señor. Estás saliendo de esto ahora en el poderoso nombre de Jesús. Aun con el sonido de mi voz, las cosas comienzan a sacudirse. Comienzan a desmoronarse bajo tus pies». Toda asignación del enemigo que te ha perseguido e intentado destruirte en un instante está siendo rota. El Señor te llama a salir. ¡Está roto ahora en el nombre poderoso de Jesús!

“Te estoy llevando a lugares más altos, dice el Señor, para que tu mente vuelva a estar clara. Estoy rompiendo la guerra y el ataque mental que te han estado paralizando. Volverás a la prosperidad del alma, dice el Señor. Y volverás a la vida de una manera que no habías experimentado en mucho, mucho tiempo». Veo esas aguas corriendo sobre corazones y almas. Te estoy haciendo renacer en este momento, dice el Señor. Porque el dolor que has sentido no es solo el dolor de esta hora, ni solo por ver actos devastadores y calamidades. Es el dolor de soltar. Pero Dios dice: Es tiempo de soltar. No te servirá en lo que viene. No puedes seguir aferrado a eso.”

Recibe el bautismo fresco de fuego. Tal vez ahora mismo estás leyendo esto y hay tantas situaciones en tu vida que ya no sabes cómo manejarlas. Has estado apagando incendios, tratando de remendar lo roto, y estás al límite. El Señor te pregunta esta semana: “¿Estás dispuesto a dejar que mueran? ¿Estás dispuesto a entregármelos?” En este momento la Iglesia se está viendo en el espejo. La Iglesia se ve a sí misma, con sus grietas y arrugas. También hay belleza en medio de eso. Pero el Señor dice: “Es tiempo de renacer. Es tiempo de que el espíritu de religión dé su último respiro. Es tiempo de que la Iglesia del libro de Hechos se levante.”

¿Por qué crees que ha venido persecución? ¿Por qué crees que tanta guerra se ha levantado contra los creyentes? Porque hemos salido de los días de la institución y hemos regresado al modelo de la Iglesia primitiva. Momentos como este simplifican las cosas. ¿A qué has sido llamado? ¿Qué te ha dicho Dios que hagas en tu vida? Este es un bautismo a muerte que trae nueva vida. Aun ahora, mientras lees esto, pregúntate: ¿qué sigues reteniendo que Dios te dice: “Déjalo morir. Ahora. Déjalo morir”? Al hacerlo, Él soplará sobre tu vida de una manera fresca otra vez. ¿Qué estás tratando de preservar que necesita ir bajo las aguas? ¿Qué estás reteniendo que debe quedar bajo la sangre?

“Este es el momento, dice el Señor. Te estoy sacando. Te estoy trayendo de nuevo a la plenitud de todo lo que tengo para ti: tu voz, tu identidad. Estoy rompiendo toda asignación que ha estado en tu contra: sobre tu matrimonio, tus finanzas, tus hijos y cada parte de tu vida. Ha intentado desarmarte. Ha intentado domarte. Has estado acorralado, tolerando todas estas cosas. Pero el Señor dice: “Estoy cansado de verte tolerar esto cuando Yo vivo dentro de ti. Cuando cargas el mayor poder, el mismo poder que levantó a Jesús de entre los muertos.”

Es tiempo de salir de una Iglesia sin poder. Es tiempo de salir de una Iglesia tímida. Es tiempo de dejar de permitir que Goliat te intimide cuando has sido llamado a levantarte como David y derribarlo. Así que que esto sea tu recordatorio hoy y esta semana. Hay un rugido comenzando a emerger. Puede que ahora se sienta como un susurro, pero algo está cambiando. Algo se está moviendo. Algo está sucediendo. Dios te está redefiniendo. Él está redefiniendo a la Iglesia. Él está redefiniendo todo. Estamos entrando en nuestro verdadero ser.

Así que déjame orar por ti ahora: Espíritu Santo, ven. Bautízanos en fuego. Bautízanos en el Espíritu Santo y fuego. Fuego, fuego, fuego. ¡Fuego en el poderoso nombre de Jesús! Que venga. Ahora mismo, pon tus manos en tu vientre y di: “Espíritu Santo, lléname. Espíritu Santo, lléname.” Y levántate cada día y háblale. Camina con Él.

 Romanos 8:14 NTV Pues todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.

Estamos dejando las cuevas. Estamos dejando las instituciones religiosas. Estamos dejando la timidez y el miedo atrás. Estamos entrando en la plenitud, en la valentía, en el rugido, dice el Señor. Y finalmente, Dios está rompiendo las cadenas de aquellos que han sido silenciados y amordazados, en el poderoso nombre de Jesús. Ya no estarás atado por las opiniones de los hombres. Ya no retrocederás cuando fuiste creado para levantarte. Ya no llevarás una voz apagada cuando Dios te ha dado un rugido de león.

Y también quiero añadir… Este es tu momento de salir. Este es tu tiempo señalado, dice el Señor. Estoy poniendo fuego en tu lengua y una espada en tu mano. Las vestiduras del sepulcro están siendo quitadas. La tumba está siendo abierta. La piedra está siendo removida. La vida de resurrección está brotando desde dentro de ti. ¡Que todo lo muerto, cada mentalidad, sueño y promesa que enterraste por decepción, traición o demora resucite por el poder del Espíritu Santo en el nombre de Jesús! (Una palabra de Nate Johnston)

Romanos 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano