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Desafío nutricional: Enfrentando la dualidad de la malnutrición en Guatemala

Las cifras de desnutrición son de tercer mundo, pero el país también carga con el peso de la obesidad, una enfermedad que contraproducente es característica de países desarrollados.

Lo cierto es que la malnutrición genera costos de hasta el 16% del Producto Interno Bruto. Esa cifra fue el resultado de un estudio realizado por la CEPAL, en donde se establecen los costos cuantitativos en términos de salud, pero también se estiman las pérdidas por la falta de productividad que genera a mediano y largo plazo.

Rocío Donis, coordinadora del Programa de Enfermedades Crónicas del Ministerio de Salud, dijo que este mes de marzo, cuando se conmemora el Día Mundial Contra la Obesidad, se refuerzan las acciones para concienciar a la población y así detener esta epidemia silente que se alimenta principalmente de comida ultra procesada o coloquialmente conocida como “chatarra”.

Según el último estudio de UNICEF, hace una década, un 5% de niños y adolescentes sufrían sobrepeso y obesidad en Guatemala, dijo su representante Manuel Rodríguez Pumarol, pero para conocer la situación actual, Rocío Donis detalla que la prevalencia en niños de seis meses es del 20%, de 6 a 11 años 38% y de 11 a 16 años 38%.

El sobrepeso está catalogado como enfermedad crónica no transmisible y, además, es factor de riesgo para otros padecimientos degenerativos, como la hipertensión o presión alta, enfermedad cardiovascular, colesterol alto, diabetes tipo 2 y enfermedad crónica renal; sin embargo, la cadena no termina allí, porque al mismo tiempo una persona que padece hipertensión está en riesgo de sufrir un infarto, un accidente cardiovascular y hasta la muerte.

El sobrepeso está catalogado como una pandemia silente y es causa de otras enfermedades crónicas no transmisibles.

La funcionaria del Ministerio de Salud recomienda tener una alimentación balanceada, tanto en cantidad como en calidad, la cual incluya todos los grupos alimenticios, como vegetales de distintos colores, fruta preferiblemente con cáscara y una fuente de proteína como carne, pollo, hígado y vísceras.

Algo importante es la actividad física, unos 30 minutos diarios según la Organización Mundial de la Salud.

El representante de UNICEF considera que es necesario desarrollar políticas públicas para regular la promoción de alimentos ultra procesados y permitir a los consumidores tomar decisiones mejor informadas. También es importante aumentar las asignaciones financieras para la lucha contra el sobrepeso, mejorar los sistemas de monitoreo e identificación de casos, así como la generación de estadísticas y evidencia para trabajar en conjunto entre el Estado, sociedad y entidades internacionales.