Un total del 75% del comercio exterior depende de puertos en crisis
Aunque para algunos sectores pasa desapercibido lo que ocurre actualmente en los tres ingresos marítimos al país, la situación atañe a toda la población, porque el 75% del comercio exterior es por esa vía.
Se trata de la Empresa Portuaria Quetzal, Puerto Santo Tomás de Castilla y Puerto Barrios, pero desde administraciones anteriores se arrastran problemas que hoy ponen al comercio exterior guatemalteco entre la espada y la pared.
Amador Carballido, representante del sector privado en la Comisión Portuaria Nacional, explica que Guatemala afronta un modelo de operación portuaria completamente caducado y, aunque vemos su falta de funcionalidad, falta asumir decisiones importantes: Es como una fábrica que no tiene máquinas funcionando.
Q64
de cada Q100 que se recaudan en impuestos a nivel nacional provienen de los tres puertos del país.
Es necesaria una inversión para modernizar y aumentar la capacidad de estas terminales portuarias. ¿Por qué no se puede hacer? La respuesta sería por un tema de ley de compras, de sus leyes propias que impiden tomar decisiones, factores alrededor del puerto y sus intereses que bloquean estas iniciativas.
Daños
El tiempo de espera a consecuencia de los problemas en los puertos provoca un embudo que genera aumento de costos e ineficiencias en la parte productiva, pone en riesgo a las empresas navieras y comerciales, pero más allá, afecta la importación de materias primas, principalmente en Puerto Quetzal. La mayor parte de envíos ingresan con atrasos de hasta 50 días, lo cual imposibilita a los empresarios planificar costos.
Y es que el tiempo de espera para ingresar mercadería por la vía marítima a Guatemala es considerablemente mayor que el de los envíos, por lo que algunos empresarios han optado por enviar los productos vía terrestre desde México a Estados Unidos.