La venganza de un juez
El juez Fredy Orellana no le perdona al abogado Eduardo Gabril Masaya el haber ganado las elecciones del CAMG, tampoco por haberle dicho de frente que era un juez corrupto y sin conocimiento; quizá fue la razón por la que recién ordenó que Masaya Juárez fuera trasladado de la cárcel Mariscal Zavala al preventivo de la zona 18, una decisión que indignó, pero sobre todo puso en alerta a quienes están detrás de su defensa judicial
Pero está decisión tardó mas em redactarse qui ejecutarse, porque momentos después, la Dirección General del Sistema Penitenciario decidió revertir esa orden judicial, con la justificación que se trata una «situación de emergencia», de la cual no se indican detalles.
El juez del Juzgado Séptimo, Fredy Orellana, ordenó el traslado de Masaya desde Mariscal Zavala hacia la cárcel en la zona 18, un hecho que se llevó a cabo en horas de la madrugada del 16 de mayo, pero pocas horas después, la Dirección General del Sistema Penitenciario ordenó de nuevo el traslado a Mariscal Zavala.
A través de un comunicado, el Ministerio de Gobernación argumentó que la decisión de devolver a Masaya se amparaba en la Ley del Régimen Penitenciario, en su artículo 8 sobre casos de emergencia. La Dirección de Presidios puede disponer traslados inmediatos, aunque la decisión final recae en el juez correspondiente.
Masaya fue capturado por su vinculación con el caso «Corrupción Semilla», en el que la Fiscalía Especial contra la Impunidad investiga presuntas irregularidades en la conformación del partido político Movimiento Semilla.
El Ministerio Público lo acusa de falsedad ideológica en forma continuada, argumentando que existen indicios racionales de su participación en la alteración de documentos
El traslado y captura de Masaya han desencadenado medidas dentro del Ministerio de Gobernación, incluso, el ministro Francisco Jiménez ordenó la remoción de los agentes policiales que participaron en la captura.
