Yo Soy el cuarto hombre de pie en el fuego
En ese momento, Nabucodonosor se puso de pie y preguntó sorprendido a sus consejeros: —¿Acaso no eran tres los hombres que atamos y arrojamos al fuego? —Así es, Su Majestad —respondieron. —¡Pues miren! —exclamó—. Allí en el fuego veo a cuatro hombres, sin ataduras y sin daño alguno, ¡y el cuarto tiene la apariencia de un hijo de los dioses! Daniel 3:24-25
Mientras oraba esta semana, vi una clara visión de Sadrac, Mesac y Abed-nego siendo lanzados al horno de fuego por mantenerse firmes en la justicia cuando el rey Nabucodonosor les ordenó que se arrodillaran ante otros dioses, y ellos no lo hicieron.
Siento que esta palabra es para todo el cuerpo de Cristo en este momento, ya que muchos están pasando por luchas y batallas personales. Pero creo que lo que estaba viendo era aún más específicamente para aquellos que están defendiendo la justicia en su nación, en un tiempo de división, alta tensión y donde la gente se irrita con facilidad.
El espíritu de esta época está enardecido, causando que las personas actúen con ira, que arremetan contra otros, incluso dentro del Cuerpo de Cristo. Hay un remanente de personas que han estado defendiendo la justicia y permaneciendo en la Palabra del Señor, y han sido objeto de intensa difamación, ataques contra su reputación, sus oportunidades futuras e incluso sus medios de subsistencia.
Déjame decirte esto: Tu postura por la justicia ha provocado una guerra demoníaca a tu alrededor. Durante todo este año, has estado viviendo en un estado constante de represalias porque has defendido la justicia. Y pareciera que, en este momento, has estado bajo tanta presión, bajo tanto escrutinio intenso, vigilancia y guerra espiritual, que tu mente, corazón y alma apenas pueden soportarlo más.
Has sentido como si hubieras sido lanzado al fuego de juicio y adversidad, con batallas y oposición girando a tu alrededor a nivel personal, sin mencionar lo que sientes en tu propia nación y comunidad. La batalla ha sido contra tu salud. Ha sido contra tus finanzas. Ha sido contra tus relaciones. Ha sido contra cada parte de tu vida. Y te preguntas, “Dios, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué estoy repentinamente en este lugar cuando he estado firme por Ti? He defendido la justicia.”
Y el Señor te dice esta semana: “Yo soy el cuarto hombre que está de pie en el fuego”. Déjame decirlo de nuevo. El Señor dice: “Yo soy el cuarto hombre que está de pie en el fuego. Yo soy el cuarto hombre que está de pie en el fuego. Y saldrás de esto sin siquiera oler a humo. Porque todos aquellos que me han puesto primero sobre los hombres, aquellos que no han doblado sus rodillas ante Baal, Yo los libraré, y les traeré recompensa, dice el Señor. Permanezcan firmes y vean Mi liberación. Incluso en los próximos meses, cuando todo parezca imposible, aunque su futuro parezca oscuro, Yo los rescataré de aquello que les ha estado persiguiendo, dice el Señor.” (Una palabra de Nate Johnston)
Daniel 3:26-27 NVI Dicho esto, Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno en llamas y gritó: —Sadrac, Mesac y Abednego, siervos del Dios Altísimo, ¡salgan de allí y vengan acá! Cuando los tres jóvenes salieron del horno, los sátrapas, prefectos, gobernadores y consejeros reales se arremolinaron en torno a ellos y vieron que el fuego no les había causado ningún daño, y que ni uno solo de sus cabellos se había chamuscado; es más, su ropa no estaba quemada ¡y ni siquiera olía a humo!
Con amor y oraciones,
Magie de Cano