Cómo enfrentar una pandemia en mi negocio
Por Marco A. Mayén
Parte I
Cuando realizamos el FODA como herramienta de análisis empresarial, nunca nos hubiéramos imaginado haber fallado en incluir una pandemia como amenaza para nuestro negocio, lo que nos hace pensar que muchos de los retos que eventualmente enfrentaremos, no están conscientemente contemplados, y lo más seguro, tampoco con una estrategia planificada y diseñada para enfrentarlos.
De acuerdo a las estadísticas en otros países que sufren altamente de esta pandemia, el COVID-19 muestra una curva exponencial de crecimiento en el proceso de infección, y que gracias a Dios desciende, aunque sin tener claridad en el tiempo que dura, nos enfrentamos al efecto secundario que es una curva exponencial inversa, que está impactándonos por la reducción en la actividad de los consumidores, en una desaceleración económica y que se convierte en el principal reto que la empresa debe enfrentar a cortísimo plazo y que obliga al empresario a demostrar y desarrollar capacidades como liderazgo, reacción estratégica en la toma de decisiones, cambio de paradigmas empresariales y aun inteligencia emocional.
Así como el gobierno toma decisiones para contrarrestar la propagación de la infección con el objetivo que no impacte a nuestro país de una forma lamentable, el gobierno corporativo de nuestra empresa debe tomar decisiones que contrarresten el impacto económico negativo y de las cuales hago una analogía para ilustrar acciones estratégicas que puedan ayudar a no sucumbir ante los escenarios negativos que enfrentamos.
LAVARSE LAS MANOS CONTINUAMENTE
Nuestras manos se convierten en el principal vehículo para que el virus ingrese a nuestro organismo y por eso debemos descontaminarlas continuamente, lo que me lleva a pensar en la primera acción que nos reta a identificar cuál es, o son, los vehículos que están permitiendo el ingreso del “virus” que podría contaminar nuestra empresa y llevarla a un desastre lamentable.
Menciono los principales vehículos del fracaso empresarial que van desde la falta de previsión y administración financiera, la ausencia de controles detallados por una mala gestión administrativa y la falta de análisis y planificación estratégica comercial, vehículos que conscientemente deberíamos revisar constantemente para evitar una contaminación mortal.
Aunque estas acciones deben ser previstas, nuestra reacción inmediata debe ser:
- Desarrollar un plan a cortísimo plazo –considero semanal- en los temas detallados: finanzas, administración y estrategia comercial.
- Definir indicadores de eficiencia para la correcta medición, avance y corrección de estrategias, y
- Implementar un plan de “estado de calamidad”, para la gestión eficiente de todos los recursos de la empresa, es decir, evitar gastos superfluos y considerar que cada inversión o uso de recursos que se realice nos ofrezca un retorno casi inmediato.