«Llego el fin del mundo»
El cierre de cada año es un instante especial, una interrupción en el tiempo que nos motiva a meditar sobre lo experimentado, a valorar lo enseñado y a imaginar lo que está por llegar. Es el lugar perfecto para reflexionar con agradecimiento sobre el pasado y con optimismo sobre el futuro, eligiendo acciones que nos conduzcan a ser nuestra mejor versión.
En lo personal, esta época siempre me hace reflexionar sobre la fidelidad de Dios en cada fase de mi vida. El Salmo 71:15-16 NVI menciona: “Mi boca proclamará tu justicia y tu salvación todo el día, aunque es algo que no puedo comprender. “Señor mío y Dios, narraré tus grandes obras y recordaré tu justicia, únicamente tu justicia.” Estos pasajes me hacen pensar que cada vivencia, cada triunfo y cada obstáculo superado son ocasiones para testificar Su amor y compasión, creando un legado que motive a las futuras generaciones.
Al considerar el cierre de este año, no puedo dejar de pensar en cómo las herramientas disponibles para nosotros, sobre todo las tecnológicas, nos posibilitan aumentar nuestras habilidades y ayudar de formas que antes no habíamos imaginado. Y en este punto quiero invitarte a hacer un salto de fe hacia el futuro: el año que viene podría ser el momento ideal para aprender a utilizar la inteligencia artificial (IA). Al cumplir 50 años, me enfrenté al reto de comprender la IA, una de las tecnologías más sofisticadas de nuestra época. Al comienzo, se veía como algo complicado, casi imposible de lograr. Sin embargo, pronto me di cuenta de que la experiencia adquirida a lo largo de mi vida me otorgaba una ventaja singular: podía emplear esta tecnología no solo para mejorar mi labor, sino también para desarrollar soluciones que sean de ayuda para otros.
Los principios cristianos nos invitan a emplear nuestras capacidades para el beneficio de los demás. Como se menciona en Santiago 2:18: «No obstante, alguien dirá: Tú posees fe y yo tengo acciones.» Entonces, muéstrame tu fe sin las acciones, y yo te demostraré la fe a través de mis acciones. La inteligencia artificial es una herramienta potente para estas labores, facilitándonos el acceso más rápido y eficiente a aquellos que requieren asistencia.
Desde redactar mensajes de optimismo hasta crear soluciones en educación, salud o desarrollo comunitario, la IA puede ser el recurso que amplifica nuestras habilidades en favor del bienestar común.
En este nuevo año, te invito a dedicar un momento a reflexionar sobre tus experiencias, tus agradecimientos y tus sueños por lograr. Reflexiona: ¿Qué herencia deseo transmitir? ¿Qué puedo descubrir y utilizar para crear algo valioso? Te invito a incorporar la IA entre tus metas para el nuevo año. Aprende a utilizarla. Es más fácil de lo que aparenta, y con tu experiencia y principios, puedes obtener un gran beneficio.
Ha llegado el Fin del mundo como lo conocemos. El año siguiente es un lienzo en blanco. Con la ayuda de Dios y los recursos que poseemos, podemos crear nuevas historias que motiven, cambien y marquen una impresión duradera. Anímate a soñar en grande, a adquirir nuevos conocimientos y a compartir lo que Dios ha hecho en tu vida. Que este sea el año en que actuemos con intención, avanzando en fe y realizando acciones que muestren nuestra esperanza y cariño hacia los demás.
¡Feliz Año Nuevo! Que el 2025 venga cargado de bendiciones, enseñanzas y nuevas oportunidades para crecer y servir.
