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Los 5 ladrones de la productividad

Por Carlos de Santiago*

¿A quién le gusta que le roben? a mí, definitivamente no ¿y a ti? ¿te gusta? seguro que tampoco. Probablemente ahora mismo estarás pensando que estas preguntas carecen totalmente de sentido común, pero, bueno, ya sabes, el sentido común suele ser el menos común de los sentidos.

Estoy prácticamente seguro de que, tanto en tu entorno personal como profesional, muchas veces te has preguntado ¿por qué no mejoran mis resultados? Todos conocemos a los clásicos ladronzuelos aficionados de productividad, las distracciones por llamadas telefónicas, chat, redes sociales, noticias, mails, interrupciones de personas, etc. Pues bien, te cuento que existen 5 ladrones profesionales que usualmente campean a sus anchas porque les permitimos abiertamente que nos roben productividad, si, así como lo lees, fundamentalmente, ya que no somos conscientes de que nos están robando.

Conozcamos a una banda de 5 ladrones expertos en robarnos productividad:

  • El Estancamiento. Las actividades que no nos retan, nos aburren y estancan. Para comprometernos con algo, primero debemos asegurarnos de que nos ofrezca constantemente nuevos desafíos. El aprendizaje produce niveles sanos de dopamina en el cerebro, mejorando nuestro estado anímico y, por tanto, provocando que cualquier actividad sea más agradable. En general, nos sentimos más comprometidos cuando ampliamos y mejoramos nuestras habilidades. Revisemos atentamente nuestro entorno para ver si incluye verdaderas oportunidades de desarrollo, ese es el policía para detener a este ladrón de productividad, tomando en cuenta, además, qué tanto nos catalizarán o frenarán nuestro potencial, así como la capacidad de adquirir nuevos conocimientos y habilidades.
  • La Irrelevancia. En la actual era de la información, solemos perder de vista el valor real oculto tras nuestro trabajo. La relevancia tiene muy poco que ver con las tareas y, sin embargo, mucho que ver con las condiciones y las personas de las que nos rodeamos para construirla. El policía para bloquear a esta peligrosa ladrona de productividad es asegurar que nuestras actividades se vuelvan menos un proceso y más un motor que nos agregue valor. Sentiremos mucha frustración y desánimo si percibimos poco valor en lo que hacemos, y sólo se volverá relevante cuando lo veamos más allá del día a día y lo conectemos o con beneficios grupales o con nuestros anhelos personales.
  • La Dependencia. “Cuando nos empoderan para que podamos tomar nuestras propias decisiones, nos sentimos motivados naturalmente hacia la excelencia, por una simple razón, la autonomía es una necesidad psicológica básica” – Ron Friedman. Hagámonos preguntas enfocadas hacia nuestros intereses como, por ejemplo, “¿este nuevo proceso me ayudará a mejorar mis resultados? o ¿esta nueva responsabilidad me brindará más oportunidades?” Seamos muy curiosos con las respuestas que nos demos, un simple: “¿por qué?” será suficiente. La policía para arrestar a esta ladrona de productividad es la autonomía. No lograr satisfacer esta necesidad psicológica básica, nos hará hundirnos en las arenas movedizas de la dependencia.
  • El Fracaso. Si sabemos que nos van a regañar por nuestros errores, incluso en público, ¿vamos a asumir riesgos, o a ser innovadores, o creativos, o propositivos? Seguramente no. Siendo normal cometer errores ¿por qué no recibimos más apoyo cuando los cometemos? Debemos asumir nuestras responsabilidades mientras buscamos la forma de entender la importancia del fracaso. Por cierto, ¿no es esta la base del autoliderazgo? Según Martin Seligman, el padre de la psicología positiva, la resiliencia es la diferencia en la forma en que las personas respondemos al fracaso. Lograr que fracasar sea seguro para nosotros es una forma muy efectiva de estar más dispuestos a aceptar nuestros errores, nos recuperemos más rápido de ellos y obtengamos un aprendizaje más integral. La patrulla de policías para paralizar a este ladrón de productividad es: aceptar que los fracasos suceden, buscar el diálogo para fomentar la confianza, separarnos del fracaso (no soy una persona fracasada, sólo he cometido un error), aprender de nuestros errores y crearnos un sistema para asumir riesgos y fracasos.
  • La Conformidad. ¿Recuerdas la película The Matrix? Había dos mundos paralelos, uno real y uno ficticio controlado por máquinas ¿qué tanto crees que dista esta ficción de la falsa realidad en la que viven muchas personas? Probablemente poco. Muchas personas viven en una especie de Matrix, al margen de los retos y las oportunidades, debido a una gran carencia de información y de comunicación. Lo que no se observa no se mide, lo que no se mide no se mejora. Si sabemos donde estamos y a donde queremos llegar, siempre será más fácil cambiar de dimensión y desconectarnos de Matrix. Los policías para lograr derrotar a esta ladrona de productividad son la búsqueda de información relevante, el coaching y el mentoring.

Ahora, que ya conoces a todos los policías expertos en combatir a los 5 ladrones profesionales de productividad, desarrolla un plan de acción para vencerlos rápido y que no te sigan robando.

 

*experto liderazgo y gestión del cambio y coautor del libro “Gerente del Cambio”