Douglas Hernández Franco Opinión

Se puede mejorar

Estamos viviendo una época inusual, de la cual, considero, debemos estar aprendiendo algo, cualquier cosa, pero sé que todos estamos aprendiendo algo. Cuando todo esto acabe, y sea contado como historia, ya no seremos los mismos. Los eventos iniciados los primeros días del año 2020 estarán palpables por mucho tiempo. Ahora bien, en este momento, que la crisis está azotando por todos los flancos, que la economía está al borde del colapso para muchas familias, que el hambre aprieta, los servicios básicos no postergan el cobro, la renta es exigida. Hay despidos, y se podría decir que, justificados, ya que las empresas, y sobre todo los negocios que no manejan un gran capital, al no tener ingresos económicos, no pueden sostener una planilla. Guatemala está debilitada. Me gustaría parafrasear las palabras de un otrora presidente, cuando fue el terremoto de 1976: “Estamos heridos, pero no de muerte”.

Se sabe que el recurso más valioso de una nación es su propia gente, la que trabaja, la que mueve la economía. Empresarios, trabajadores, emprendedores, artistas, artesanos, mercaderes y muchas actividades económicas más, mueven el engranaje de la nación, no obstante, está casi en su totalidad detenido. Y estoy consciente que decir -ánimo, saldremos adelante- no es suficiente cuando hay bocas qué alimentar y compromisos económicos que debemos resolver.

Ahora bien, de una u otra manera, a llegado la adaptación. Hemos aprendido a vivir de una forma diferente, hacer lo que no hacíamos, y aprender lo que no imaginábamos que aprenderíamos. Esa es la ventaja del ser humano, en el reino animal. El ser humano tiene la capacidad de adaptación. De ser razonables y esa valiosa herramienta, nos permite estar por encima de la cadena alimenticia.

Este momento es muy difícil para muchas personas, y todo tiene como base la economía. Sin dinero no avanzamos. Así que el dinero sí es importante. Siempre he dicho que la persona que diga que el dinero no le es todo, es porque nunca lo ha tenido. Hoy nos damos cuenta que sin dinero no sobrevivimos. El dinero pudo haber sido inservible unos 5 mil años atrás en la historia, pero hoy sí es importante.

No obstante, dejemos claro, que es importante tener dinero y todas las cosas que el dinero puede comparar; sin embargo, como dice el refrán: el dinero compra un pan, pero no el hambre; el dinero compra una cama, pero no el sueño; el dinero compra medicamento, pero no la salud; el dinero compra una biblia, pero no el perdón; el dinero puede comprar una persona, pero jamás el amor. y en estos días, ganarlo esta costando mucho.

Por eso, si usted es de esas personas bendecidas que aun tiene un trabajo, dé gracias, y hágalo con amor, dé su 110%. La mejor forma de agradecer por su trabajo es haciéndolo bien. Recuerde que hay dos clases de ladrones: aquellas personas que descaradamente roban un celular en la calle y salen corriendo; y aquellas personas que no hacen a cabalidad su  trabajo, y a fin de mes, descaradamente extienden su mano para recibir un pago.

El trabajo es una bendición, y desde mi punto de vista, le pueda dar tres razones por la cual digo que el trabajo es una bendición: la primera, cuántas personas ya no vieron la luz del día. La segunda, cuántas personas están postradas en una cama y no puede ponerse de pie. Y la tercera, cuántas personas habrán salido el día de hoy desde las seis de la mañana a buscar un trabajo y puede que regresen a las 6 de la tarde, sin haberlo encontrado y sin un quinto para comprarles un pan a sus hijos. Si tiene un trabajo, ámelo, abrácelo, bendígalo.

No puedo decir que estamos ante grandes oportunidades, porque a Guatemala aun le falta alcanzar un alto grado de desarrollo. Pero sí puede decir que podemos superar esta situación. Cada quien sabe lo que vive. Sé que el gobierno está haciendo lo propio para ayudar. Espero que no haya personas que se aprovechen de su puesto gubernamental para apropiarse de una ayuda que tanto nos está sirviendo en estos momentos.

Y desde mis humildes letras puedo decirle que agradezca, agradezca todas las bendiciones, que tiene. Más recuerde que no basta con agradecer para tener, debemos salir a buscar. No reniegue, porque igual, debemos vivir y la vida da dos opciones, o la pasa bien o la pasa mal. Sé que no todas las circunstancias son las mismas, pero en la medida de lo posible, haga lo propio por ser feliz.