César Pérez Méndez Opinión

La ley seca y ¿la reactivación económica?

PUNTUAL

Desde este 11 de noviembre, las personas que por su propia voluntad toman bebidas embriagantes lo pueden hacer “libremente” de 6 a 23 horas. Antes se podía “legalmente”, por decirlo de un modo, hasta las 9 de la noche, por las restricciones preventivas del Covid-19.

Pero, dicen las autoridades, que los casos de contagios están bajando y que, para reactivar la economía, sacan este nuevo acuerdo que amplía la llamada ley seca hasta las 11 de la noche.

Esta nueva disposición del Ministerio de Gobernación envía un buen mensaje: que ya están bajando los casos de coronavirus, porque más que la ley seca, la reactivación económica se basa en un clima de confianza y certeza.

En realidad, ampliar la ley seca no beneficia la economía, será en algo mínimo, pero genera el riesgo de más accidentes de tránsito provocados por personas irresponsables que se exceden en esas horas de consumo.

Que estén bajando los casos tampoco es por la alta cifra de vacunados, sino que sería por la natural caída o pérdida de fuerza del virus.

La verdadera reactivación económica está en manos del sector productivo del país, que es el que se mueve y genera empleos y oportunidades. Por eso, la principal ayuda del gobierno debe ser creando un clima de confianza, basado en cifras reales, sobre la enfermedad actual y sobre los indicadores económicos en esta recta final del año. No debería haber especulación ni acaparamientos, debería haber control sobre precios, uno de esos casos es el del gas propano.

Ampliar las horas para tomar no es la solución, pero es un indicador de que en lo general el país comienza a respirar un tiempo mejor.