Opinión – Guillermo Pacheco-Gaitán

Cómo crear un mundo de posibilidades – parte I

Para empezar a compartir con ustedes en el 2022, déjenme compartirles que en el primer café (de Guate) del año, con mi esposa hablamos de que crear un mundo de abundancia no se trata de crear un mundo de lujo, se trata de crear un mundo de posibilidades. Pero ¿cómo creamos exactamente un mundo así? Un mundo de posibilidades para todo, y ella se interesó.

Le expliqué que existe un poderoso concepto llamado «lo posible adyacente». Que, aunque es un término del biólogo teórico Stuart Kauffman, para todos los innumerables caminos abiertos por cada descubrimiento novedoso: la multitud de universos escondidos dentro de algo tan simple como una idea, en la Biblia Jesús lo explica de diferente manera.

La abundancia, aunque no lo parezca, es una de esas ideas simples. Y en el 2022 ha llegado su hora para aquellos que lo creamos.

Depende de los emprendedores audaces y exponenciales desbloquear este “posible adyacente” y ayudar a la comunidad a desarrollar todo nuestro potencial.

Le dije a mi esposa conversando, que me atrevo a poner en la mesa el concepto de “posible adyacente”, por qué es más relevante que nunca y cómo puede ayudarnos a cumplir la promesa de un futuro verdaderamente diferente y abundante para todos.

Piensa en esto le dije: antes de la invención de la rueda… el carro, el carruaje, el automóvil, la carretilla, el patín de ruedas y un millón de otras ramas de la circularidad no eran imaginables.

Existían en un reino que estaba fuera de los límites hasta que se descubrió la rueda. Pero una vez descubiertos, estos caminos quedaron claros. Este es el “posible adyacente”.

Es la larga lista de posibilidades de primer orden que se abre cada vez que se realiza un nuevo descubrimiento.

Y nuestro camino de “posibles adyacentes” nos ha llevado a un momento único en el tiempo, a partir del 2020 aunque parezca lo contrario. Nos hemos adentrado en un mundo donde la naturaleza expansiva de la tecnología ha comenzado a conectarse con nuestros deseos internos.

Le explicaba a mi esposa que el tecnólogo Kevin Kelly dijo que: “durante la mayor parte de la historia, la combinación única de talentos, habilidades, conocimientos y experiencias de cada persona no tuvo salida. Si tu papá era panadero, tú eras panadero. A medida que la tecnología expande el espacio de posibilidades, aumenta la posibilidad de que alguien pueda encontrar una salida para sus rasgos personales… Cuando ampliamos la variedad y el alcance de la tecnología, aumentamos las opciones, no solo para nosotros y no para los demás, sino para todas las generaciones futuras”.

En otras palabras, hay que tener una visión de futuro, o sea definir el lugar al cual queremos llegar.

Por eso cuando Proverbios 29:18 nos dice: “Donde no hay visión, el pueblo perecerá”. Quizás eso sea cierto, pero también es miope.

La abundancia es tanto un plan como una mentalidad. Entender esto es clave. Después de todo, nuestra perspectiva da forma a nuestra realidad.

Entonces, si bien la Biblia ofrece una advertencia, es útil recordar que lo inverso también es cierto: donde hay visión, la gente florece.

Lo imposible se convierte en posible. Y la abundancia para todos se convierte en imagina lo que sigue.

A estas alturas mi esposa pregunta: ¿Y que sigue? No me dejes a medias… La próxima les cuento que siguió en nuestra conversación.